miércoles, 3 de septiembre de 2014

Asarhadón y la reina madre En este fragmento de relieve en bronce, recubierto inicialmente por una hoja de oro y procedente del templo de Marduk en Babilonia, la reina Naqi’a lleva una corona dentada y sostiene un espejo. Aparece representada al lado de su hijo Asarhadón, cubierto por la tiara real y portador del cetro, en la postura de laban appi, un gesto de plegaria y de humildad hacia los dioses que consistía en tocarse la nariz con un palito o una flor.


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