sábado, 30 de noviembre de 2013

Claves de la escritura sagrada Jerogíficos.Aunque al principio la escritura jeroglífica era un sistema ideográfico, en el que cada signo representaba visualmente un objeto, con el tiempo se desarrollaron métodos para representar palabras de forma parecida a los alfabetos modernos

Instrumentos para la eternidad El jefe de escribas Mery (en la imagen) aparece representado en su tumba con los instrumentos de su oficio para la eternidad. Museo del Louvre, París.


Una joya real Pectoral de oro de la princesa Mereret hallado en Dashur. Dinastía XII. Museo Egipcio, El Cairo.


La tumba de Pashedu Responsable de las excavaciones de las tumbas reales, Pashedu inscribió en su tumba textos sagrados para garantizar su vida en el Más Allá.


El templo de Medinet Habu En este templo funerario construido por el faraón Ramsés III en la orilla occidental de Tebas todavía pueden verse varios jeroglíficos con el nombre del monarca y escenas en las que el faraón se muestra ante los dioses.


La piedra de Rosetta Este decreto de Ptolomeo V permitió a Jean François Champollion descifrar los jeroglíficos. Museo Británico, Londres.


La profesión mejor valorada Escriba sentado, con un papiro colocado sobre sus piernas. Dinastía V. Museo Egipcio, El Cairo.


La sombra del demonio La caza de brujas en Europa.Entre los siglos XV y XVIII, las autoridades de muchos lugares de Europa desencadenaron una brutal represión contra los supuestos adoradores del diablo. Miles de ellos fueron condenados y murieron en la hoguera

El rey Jacobo VI, preside un tribunal para examinar la culpabilidad o inocencia de las presuntas brujas de Berwick. Grabado de la obra Newes from Scotland. 1591.


El transporte de una bruja La tradición siempre ha sostenido que las brujas se trasladaban a los aquelarres montadas en una escoba. En la imagen, bruja en su escoba. Ilustración del siglo XV. Biblioteca Nacional, París.


Óleo realizado por el pintor flamenco Frans Francken II el joven. 1606. Museo Victoria y Alberto, Londres.


La doncella de hierro Instrumento de tortura también conocido como la virgen de Núremberg. Siglo XVII.


En esta ilustración, procedente de un manuscrito suizo, se representa a la izquierda la celebración de un aquelarre, y a la derecha una quema de brujas en Baden.


El Aquelarre de Goya El diablo, bajo la forma de un macho cabrío, es adorado por un grupo de brujas que le ofrecen niños en sacrificio, alusión quizás a la práctica del aborto. Óleo de Francisco Goya. 1797-1798. Museo Lázaro Galdiano, Madrid.


El rey que nadaba en oro Creso de Lidia.Gracias a su proverbial riqueza, ensalzada por todos los autores de la Antigüedad, Creso hizo de Lidia el reino más poderoso de Oriente Próximo, hasta su conquista por Ciro de Persia en 546 a.C.

Templo de Atenea Pronaia en Delfos El oráculo de Apolo en Delfos dijo a Creso: «Si cruzas el río Halys, un gran ejército será destruido». El rey creyó que era un anuncio de victoria, pero fue derrotado por Ciro.


Creso en la hoguera El rey Creso de Lidia aparece en lo alto de su pira funeraria tras ser condenado a muerte por Ciro el Grande. Ánfora ática de figuras rojas. Siglo V a.C. Museo del Louvre, París.


La Crónica de Nabónido Esta tablilla forma parte de una serie, realizada en época del rey babilonio Nabónido, donde se narran acontecimientos históricos. En ella se cuenta que Ciro de Persia conquistó Lidia y mató al rey Creso. Museo Británico, Londres.


El supuesto tesoro de Creso Este bello pectoral en forma de pájaro pertenece al conocido como «tesoro de Creso», descubierto en Turquía en 1965, compuesto por cientos de objetos de oro y plata. En realidad, perteneció a una noble lidia. Siglo VII a.C. Museo de Usak, Turquía.


La Sardes persa y romana Tras la conquista de la capital de Lidia por Ciro el Grande, en 546 a.C., Sardes se convirtió en la capital de la satrapía persa del mismo nombre. En la imagen, el pórtico del gimnasio erigido por el emperador Septimio Severo en el siglo III d.C.


Moneda de Lidia Estátero de oro, con representación de un león y una cabra, acuñado en tiempos de Creso.


La defensa de Britania Legiones romanas.Durante cuatro siglos, miles de legionarios defendieron la frontera más remota del Imperio, hasta que, tras las grandes invasiones bárbaras, Britania quedó abandonada a su suerte

La plata de Britania En la localidad de Capheaton, en Northumberland, se descubrió un magnífico tesoro romano en 1747. Estaba compuesto de vasos de plata bellamente decorados, como el fragmento de la imagen. Museo Británico, Londres.


Estandarte Emblema de la Legión XX, con la imagen de un jabalí. Siglos II-III. Museo Británico, Londres.


El tesoro de Hoxne Esta tigresa, de plata y con líneas nieladas, probablemente fue una de las asas de un ánfora o vaso que se ha perdido. El tigre es un animal asociado a Baco, el dios del vino.


El casco de un jinete romano La pieza de bronce de la página siguiente fue hallada en 1796 en el fuerte romano de Ribchester. Formaba parte del equipo de gala de un oficial de caballería. Museo Británico.


El muro de Adriano A lo largo de 117 kilómetros, esta gigantesca muralla de piedra, jalonada de 14 fuertes principales y 80 fortines, protegía la frontera norte del Imperio de las tribus pictas.


Fuerte de Portchester En la costa británica se levantaban varios fuertes para defender el territorio de los ataques piratas, como éste, en Portchester, erigido por Carausio entre 285 y 290.


Glaciares en retroceso El deshielo.Se supone que el avance y retroceso de los glaciares debería producirse a un ritmo geológico, sumamente lento. Hoy están desapareciendo ante nuestros ojos.

Glaciar del Ródano, Suiza, 2012 Esta foto del túnel excavado en el glaciar del Ródano se tomó en el verano de 2012; en el verano de 2009 el hielo llegaba a la altura de la tela. El glaciar está perdiendo masa a gran velocidad y su longitud y su anchura están disminuyendo. Un montañero camina sobre el hielo cubierto de tierra y rocas que han caído de las laderas de las montañas.


Glaciar del Ródano, Suiza, 2012 Un río de hielo se está secando en los Alpes. En el pasado siglo este glaciar, fuente del río Ródano, ha perdido casi un kilometro y medio de longitud. Todos los veranos los propietarios del Hotel Belvedere excavan un túnel en el glaciar para que los turistas puedan asomarse a sus entrañas; en los últimos años, para asegurarse de que el túnel sobrevivirá a la estación de deshielo, han tenido que cubrirlo con un tejido aislante.


Glaciar Bridge, Columbia Británica, 2012 Con un retroceso de unos 150 centímetros al día durante la época de deshielo, este glaciar de casi 17 kilómetros de longitud, situado en la cadena Costera de la Columbia Británica, sufre el doble golpe de unas nevadas más escasas en invierno y unas temperaturas más altas en verano. A medida que el glaciar retrocede, el lago situado en su frente va aumentando de tamaño.


Glaciar Bridge, Columbia Británica, 2009 Con un retroceso de unos 150 centímetros al día durante la época de deshielo, este glaciar de casi 17 kilómetros de longitud, situado en la cadena Costera de la Columbia Británica, sufre el doble golpe de unas nevadas más escasas en invierno y unas temperaturas más altas en verano. A medida que el glaciar retrocede, el lago situado en su frente va aumentando de tamaño.


Glaciar Stein, Suiza, 2012 Los últimos seis años han pasado factura a la morfología de este viejo glaciar. Si la tendencia de unos veranos más cálidos y secos persiste en las tierras altas, muchos glaciares alpinos podrian perder hasta el 75 por ciento de su masa a finales de este siglo o incluso desaparecer, poniendo en peligro el abastecimiento de agua en la región.


Glaciar Stein, Suiza, 2006 Los últimos seis años han pasado factura a la morfología de este viejo glaciar. Si la tendencia de unos veranos más cálidos y secos persiste en las tierras altas, muchos glaciares alpinos podrian perder hasta el 75 por ciento de su masa a finales de este siglo o incluso desaparecer, poniendo en peligro el abastecimiento de agua en la región.


Jökulsárlón, Islandia, 2009 Destinado a derretirse, este pedazo de hielo de 360 kilos brilla bajo la luz de la luna en una gélida playa islandesa. Ha ido a parar a una laguna formada por un glaciar en retroceso. Balog denomina estos fragmentos «diamantes de hielo», un compendio de belleza y tragedia.


Glaciar Columbia, Columbia Bay, Alaska, 2012 La multitud de icebergs en el Prince William Sound revela que el retroceso del glaciar Columbia se está acelerando: ha perdido más de tres kilómetros de hielo en los últimos seis años, y desde 1980 ha disminuido verticalmente una altura equivalente al Empire State Building.


Glaciar Columbia, Columbia Bay, Alaska, 2006 Cuando Balog fotografió por primera vez el glaciar Columbia, su frente había retrocedido casi 18 kilómetros desde 1980. Este ritmo vertiginoso lo impulsó a fundar el proyecto Extreme Ice Survey e instalar cámaras en 18 glaciares para dar testimonio del cambio climático.


Glaciares en retroceso Fiordo de hielo de Ilulissat, Groenlandia, 2008 Lo sólido se torna líquido a medida que un iceberg de una altura equivalente a un edificio de 15 pisos se erosiona en los mares cada vez más cálidos del Atlántico Norte.