lunes, 27 de mayo de 2013

El color de Victoria La primera mañana en la capital debe reservarse a contemplar mansiones coloniales como la Maison des Capucins y a pasear por el mercado, un recinto de 1840 donde se vende fruta, pescado fresco, guindillas y especias. En el piso superior trabajan los artesanos de la madera, las conchas y los textiles. Más tarde conviene asomarse al balcón del café Le Rendez-Vous para conocer de un vistazo sus coloridas calles y sus monumentos: la Torre del Reloj (1903), la Catedral católica (1907) y el palacio Presidencial (1913).


No hay comentarios:

Publicar un comentario