miércoles, 8 de enero de 2014

Sobre un frondoso roquedo que flanquean los ríos Eresma y Clamores se alza Segovia, en una ubicación imponente ya apreciada por los romanos. El Alcázar es el emblema de la ciudad. Conocido como bastión en el siglo XII, fue residencia de reyes hasta el XIX. Su torre del Homenaje, en el centro del recinto, y las cúpulas cónicas de sus torretas dibujan su inconfundible silueta. Frente a él se extiende el centro histórico segoviano (en la Unesco desde 1985), repleto de alicientes artísticos y gastronómicos. Se pueden descubrir al pasear por calles con iglesias románicas, mansiones nobiliarias y mesones tradicionales. Imprescindible conocer la plaza Mayor, dominada por la Catedral gótica, y la del Azoguejo, dedicada al mercado desde antiguo y abierta a los pies del famoso acueducto romano de Segovia (siglo I).


No hay comentarios:

Publicar un comentario