miércoles, 31 de julio de 2013
.DISTYLO O TORRE DE TRAJANO.Se trata de un singular monumento conmemorativo funerario fechado en el s. I d.c ( año 102). Está ubicado en la Plaza de la constitución, dentro del municipio de Zalamea, aunque primeramente estuvo emplazado fuera de los muros de la ciudad de Iulipa, siendo utilizado como torre campanario de la Iglesia Parroquial hasta enero de 1961. En este años, los arquitectos José Menéndez Pidal y Antonio García Bellido comenzaron su restauración terminando tres años después recuperando así el monumento, su fisonomía original como obra exenta..La construcción tiene una altura de 23,23 metros, siendo la de más altura de su familia y única en la Península Ibérica. Fue declarado Monumento Nacional por Decreto de 1931. El origen de este monumento se encuentra en Delfos (Grecia), de donde pasa a través de Alejandro Magno a Siria.
domingo, 28 de julio de 2013
Una presa para el harén En 1534, Barbarroja asaltó Fondi, cerca de Nápoles, con un objetivo en mente: capturar a Julia Gonzaga, joven viuda de belleza legendaria, y entregarla al harén de Solimán. Un renegado guió a los dos mil turcos enviados por Hayreddín hasta la casa de Julia, pero ésta, según la leyenda, logró escapar por muy poco cabalgando en la noche y «medio desnuda» a lomos de un caballo. En la imagen, Julia Gonzaga retratada por un pintor del círculo de Sebastiano del Piombo. siglo XVI.
Cruel, avaro y lujurioso Un cronista español de la época, López de Gómara, describía así a Barbarroja: «Era de buena disposición, si no engordara mucho; tenía las pestañas muy largas y perdió mucha vista. Ceceaba, sabía muchas lenguas y preciábase de hablar castellano [...]. Fue muy cruel, avariento sobremanera y muy lujurioso en dos maneras».
El fresco de los misterios En 1909 se descubrió en las afueras de Pompeya una villa suburbana que apenas sufrió daños por la erupción del Vesubio. Sus muros estaban cubiertos de unos magníficos frescos de tema mistérico. Arriba, detalle de uno de los paneles en el que una niña realiza una lectura ritual ante otras mujeres.
Coral repollo, Raja Ampat, Indonesia El coral repollo que tapiza la ladera de una montaña submarina cerca de Raja Ampat ofrece refugio a cangrejos, gambas y otros animales. Los bancos de peces que pasan por aquí pueden alimentarse de estos invertebrados, así como del plancton transportado por las fuertes corrientes.
martes, 23 de julio de 2013
El soberano de Epiro soñó con crear un gran imperio mediterráneo, comparable al de Alejandro Magno. Pero Roma se alzó en su camino. Genial estratega y aguerrido soldado, Pirro fue el más brillante general de su época. A menudo se lo ha comparado con Alejandro Magno, que murió en 323 a.C., apenas cuatro años antes de su nacimiento. Con él compartía la fiereza y agilidad en lucha, así como su magnífico porte, su apariencia leonina y su rudo vocabulario, y, por encima de todo, su parentesco con Aquiles, puesto que ambos pretendían ser descendientes de Neoptólemo (también llamado Pirro), hijo del gran héroe aqueo. Tenían otra cosa en común: la ambición. Como el conquistador macedonio, Pirro soñó con crear un gran imperio, y desde el Epiro -un reino situado al norte de Grecia, entre la cordillera del Pindo y el mar Jónico- se propuso convertirse en el soberano más poderoso del mundo helénico, e incluso de todo el Mediterráneo. Pero, pese a sus éxitos en el campo de batalla, no tuvo la misma fortuna que Alejandro, y pasó a la historia por la expresión «victoria pírrica», en alusión a las victorias militares que no hacen sino precipitar la derrota final del vencedor. En 280 a.C., ansioso de aventuras, Pirro acude al sur de Italia llamado por los tarentinos para luchar contra Roma, la potencia emergente del Mediterráneo. El choque no se hizo esperar. Cerca de la ciudad de Heraclea Apulia, Pirro inició el ataque al frente de la caballería. Cuando el resultado de la batalla era más incierto, Pirro recurrió a su arma más temible, los elefantes de combate. La visión de estos monstruosos animales infundió el terror en los caballos romanos, que dejaron de responder a sus jinetes. Como vencedor, Pirro dictó a los romanos unas condiciones de rendición que garantizasen la independencia de las ciudades griegas, pero el anciano Apio Claudio el Ciego, venerable senador romano, exhortó a sus conciudadanos a rechazarlas. En respuesta, Pirro dirigió sus fuerzas contra Roma, hostigando y saqueando los territorios vecinos. Pero cuando estaba cerca de la Urbe recibió la noticia de que otro ejército romano se dirigía contra él, tras firmar la paz con los etruscos, y tuvo que retirarse. Al año siguiente reanudó la guerra, que tuvo su segundo asalto en la batalla de Ásculo. Pirro obtuvo otra gran victoria, aunque de nuevo a un altísimo precio: perdió más de tres mil soldados, frente a seis mil por parte romana. Fue entonces cuando dijo: «Otra victoria como ésta y estamos perdidos». Sin refuerzos y bloqueado en Italia ante la indómita Roma, Pirro decidió pactar la paz. Respondiendo otra vez a la llamada de los tarentinos, Pirro volvió a enfrentarse a Roma, aunque esta vez los efectivos romanos superaban en una altísima proporción a su ejército. Así, cuando más le convenía planificar con cautela sus movimientos, su ardoroso ánimo le llevó a encararse con ellos en la funesta batalla de Benevento (275 a.C.), en la que fue definitivamente derrotado por las legiones. Tras años de esforzada lucha, Pirro volvió a Epiro con las manos vacías. Hasta su prestigio como militar se había visto afectado. Nada más volver a Grecia supo que Antígonas Gonatas, hijo de Demetrio, era el nuevo rey de Macedonia, por lo que decidió atacarle y arrebatarle el trono. Su éxito fue total. A continuación fue reclamado al Peloponeso para someter a Esparta. Pero en Argos murió después de caer herido por una teja que una anciana le tiró desde un balcón, en medio de disturbios durante su avance.
Jugando a ser Dios y anhelando las estrellasJugando a ser Dios y anhelando las estrellas.El hombre, que sigue anhelando las estrellas y pelea incesantemente por el dominio del mundo, quizás comienza a percatarse que en la maravillosa e infinita realidad del universo no es más que una insignificante hormiga.
Bernadotte, un rey republicano para Suecia.Tras la revolución francesa, un joven sargento galo, Jean Baptiste Bernadotte, ascendió en la jerarquía militar, hasta llegar a ser mariscal de Napoleón. Su fuerte carácter le provocó un enfrentamiento con el corso. Su prestigio le valió ser nombrado heredero a la corona de Suecia.
La teología de la liberación: pensar desde el sur. Historia y perspectivas.La Iglesia iberoamericana y toda Iberoamérica han recibido un impulso cualitativo con la reciente elección de Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa tras la renuncia de Benedicto XVI. Este hecho, que invita a diversas reflexiones, anima también a recuperar el curso histórico de una teología nacida desde la América meridional y central al amparo de la renovación teológica y del Concilio Vaticano II (1962-1965): la teología de la liberación. Trataremos aquí de comprenderla a través de su desarrollo, sus contenidos y las perspectivas que aún hoy plantea dentro del cristianismo.
jueves, 18 de julio de 2013
Palacio de Rosenborg En el centro de la ciudad, rodeado de magníficos jardines, se levanta un castillo renacentista que parece salido de un cuento de hadas. Sus lujosas estancias ofrecen un recorrido por la historia de la realeza danesa. En la cámara del Tesoro se pueden ver las joyas de la corona: collares, coronas, cetros y las alhajas que todavía hoy luce la reina Margarita II.
Paseo hasta la Sirenita El sendero que bordea los bastiones ajardinados de la ciudadela militar de Kastellet –sus barracones aún están ocupados por el ejército– conduce hasta la célebre escultura de la Sirenita. La protagonista del cuento de Andersen es más sencilla y discreta de lo que uno espera, pero llegar hasta aquí tiene el atractivo añadido de contemplar un sector de Copenhague poco concurrido.
miércoles, 17 de julio de 2013
martes, 16 de julio de 2013
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