domingo, 28 de julio de 2013

Una presa para el harén En 1534, Barbarroja asaltó Fondi, cerca de Nápoles, con un objetivo en mente: capturar a Julia Gonzaga, joven viuda de belleza legendaria, y entregarla al harén de Solimán. Un renegado guió a los dos mil turcos enviados por Hayreddín hasta la casa de Julia, pero ésta, según la leyenda, logró escapar por muy poco cabalgando en la noche y «medio desnuda» a lomos de un caballo. En la imagen, Julia Gonzaga retratada por un pintor del círculo de Sebastiano del Piombo. siglo XVI.


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