lunes, 8 de abril de 2013

La docena de pueblos que integra el valle pirenaico de Boí reúnen un conjunto de templos de los siglos XI Y XII, declarados Patrimonio de la Humanidad en 2000. Lo mejor es acudir primero al Centre del Romànic situado en Erill la Vall, y desde allí iniciar la ruta que enlaza iglesias y ermitas de gran valor arquitectónico. Como la de Sant Quirç de Durro –en la imagen–, que se eleva solitaria a 1.498 metros de altitud, abarcando amplias vistas. Los ejemplos románicos más significativos se localizan en el pueblo de Taüll. Son la iglesia de Santa Maria, de portada labrada, y el templo de Sant Climent, con su famoso Pantocrátor pintado en el ábside y cuyo original se exhibe en el Museu d’Art de Catalunya, en Barcelona.


No hay comentarios:

Publicar un comentario