Una nube artificial invade por unos instantes la sala de un antiguo castillo cerca de Lanaken. Estos nimbos fugaces, resultado de una mezcla de vapor, humo y una iluminación efectista, son obra del artista holandés Berndnaut Smilde. Es una obra efímera, de la que solo queda una fotografía o una imagen en el cerebro de quien la contempla.
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