lunes, 21 de julio de 2014

La ermita románica de La Pertusa parece mantener el equilibrio sobre la roca vertical en la que se apoya, un mirador de excepción y vistas infinitas desde el que se domina el embalse de Canelles y la sierra del Montsec. En el pueblo leridano de Corçà nace el camino que sube hasta el lado norte del monumento, ya que el sur cae a plomo sobre el pantano. El pequeño templo, de nave única y rematada en ábside cilíndrico, aparece documentado ya en el año 1162 cuando era la capilla del castillo de Sant Llorenç; de éste solo pervive una torre que vigilaba el paso montañoso y fronterizo de Mont-rebei. Los riscos de La Pertusa por los que en la Edad Media anduvieron monjes, nobles y aldeanos están hoy declarados Espacio de Interés Geológico de Cataluña y son un rincón muy valorado por los senderistas que visitan la sierra del Montsec.


No hay comentarios:

Publicar un comentario