miércoles, 21 de agosto de 2013

Cuando al anochecer empezaron a aparecer los yacarés, el fotógrafo recordó una experiencia similar que tuvo a los 15 años. Había ido con su padre a buscar caimanes con linternas: «La imagen de sus ojos brillando como estrellas en la oscuridad de la noche es algo que no olvidaré jamás».


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