domingo, 28 de julio de 2013

Hecho histórico Giordano Bruno, el filósofo que desafió a la Inquisición.Sus revolucionarias ideas sobre el universo y la religión le valieron la implacable persecución de los inquisidores de Roma, que lo procesaron y lo condenaron a morir en la hoguera

Filósofo y hereje Retrato de Giordano Bruno. Litografía realizada en el siglo XVI. Civica Raccolta delle Stampe Archille Bertarelli, Milán.


Quemado en la hoguera Ejecución de Bruno en el Campo dei Fiori de Roma, en un relieve conmemorativo de finales del siglo XIX, obra de E. Ferrari.


Palacio ducal de Venecia Aquí Giordano Bruno fue interrogado por los inquisidores en 1592 sobre sus supuestas herejías.


Hayreddín Barbarroja, el temible corsario de Argel.A principios del siglo XVI, Barbarroja entró al servicio del sultán otomano y protagonizó innumerables ataques contra navíos y ciudades cristianas, en busca de riquezas y esclavos

La disputada Bizerta Fortaleza de Bizerta, en Túnez. La plaza se sometió a Barbarroja en 1534, pero se rindió a los españoles al año siguiente.


Una presa para el harén En 1534, Barbarroja asaltó Fondi, cerca de Nápoles, con un objetivo en mente: capturar a Julia Gonzaga, joven viuda de belleza legendaria, y entregarla al harén de Solimán. Un renegado guió a los dos mil turcos enviados por Hayreddín hasta la casa de Julia, pero ésta, según la leyenda, logró escapar por muy poco cabalgando en la noche y «medio desnuda» a lomos de un caballo. En la imagen, Julia Gonzaga retratada por un pintor del círculo de Sebastiano del Piombo. siglo XVI.


Recibimiento en Tolón La flota de barbarroja es acogida en el puerto francés de Tolón en 1543. Miniatura por Matrakçi Nasuh. Museo de Topkapi, Estambul.


Cruel, avaro y lujurioso Un cronista español de la época, López de Gómara, describía así a Barbarroja: «Era de buena disposición, si no engordara mucho; tenía las pestañas muy largas y perdió mucha vista. Ceceaba, sabía muchas lenguas y preciábase de hablar castellano [...]. Fue muy cruel, avariento sobremanera y muy lujurioso en dos maneras».


La vivienda en los tiempos de don Quijote.La célebre novela de Cervantes nos muestra cómo eran por dentro las casas españolas de los siglos XVI y XVII

Bufetes y escritorios El «bufete de fiadores» era la mesa de escritorio más habitual en el Siglo de Oro. Bargueño o escritorio de nogal y boj, con decoración en relieve. siglos XVI-XVII.


Recorrido por la Mancha Don Quijote recorrió varias localidades de la Mancha, entre ellas Alcaraz. En la imagen, calle de esta población manchega.


Don Quijote preside la comida en una venta, junto a la supuesta princesa Micomicona. Óleo por Manuel García «Hispaleto». Siglo XIX. Senado, Madrid.


La calefacción del siglo XVI Para soportar el frío del invierno se utilizaba el brasero, alimentado con las ascuas de la chimenea. Brasero usado por Santa Teresa de Ávila. siglo xvi.


Shakespeare, el rey de los teatros londinenses.Las comedias y tragedias que escribió para su compañía teatral lo hicieron célebre en su época y aún más para la posteridad, pero su vida está llena de incógnitas, como su posible catolicismo

The Globe Este teatro, en Londres, fue reconstruido en 1997 a partir de una investigación sobre la estructura del edificio original de época de Shakespeare.


Escena de Hamlet Hamlet es una de las tragedias más famosas de Shakespeare, estrenada en torno a 1602. Óleo por Keeley Halswelle. Siglo XIX.



William Shakespeare William Shakespeare. Así imaginó el pintor Ford Madox Brown al célebre dramaturgo. siglo XIX. Galería de Arte de Manchester.


Isabel I de Inglaterra Camafeo de oro, diamantes y rubíes. 1595. Museo Victoria y Alberto, Londres.


Isabel de Valois, la reina que iluminó la corte de Felipe II.Desde su llegada a España a los 14 años hasta su muerte prematura a los 22, la francesa Isabel fue protagonista del período más brillante y feliz del reinado de su esposo Felipe

Patio de los leones del palacio del Infantado En este palacio de Guadalajara fue donde Isabel de Valois y Felipe II confirmaron su matrimonio en 1560.


La joven reina de España Isabel de Valois retratada por Alonso Sánchez Coello en 1560, cuando se convirtió en reina de españa. Museo de Historia del Arte, Viena.


Rey y feliz esposo Felipe II representado en un camafeo, obra de Jacopo da Trezzo. 1557. Museo Degli Argenti, Florencia.


La ciudad desenterrada Pompeya.Desde que un ingeniero español iniciara las excavaciones en el siglo XVIII, los arqueólogos han sacado a la luz la antigua ciudad romana sepultada por la terrible explosión del Vesubio en el año 79 d.C.

La casa del Fauno Excavada en 1830, es la más grande de Pompeya. Su atrio tiene una fuente adornada por la estatua de bronce de un fauno, del que toma su nombre.


La diosa Isis Estatua de mármol procedente del templo de la diosa en Pompeya. Siglo I. Museo Arqueológico Nacional, Nápoles.


El rostro de los pompeyanos En la casa de Terencio Neo se halló este fresco, tal vez una imagen de Terencio y su esposa. Ésta porta una tabla de cera y un estilo para escribir.


El fresco de los misterios En 1909 se descubrió en las afueras de Pompeya una villa suburbana que apenas sufrió daños por la erupción del Vesubio. Sus muros estaban cubiertos de unos magníficos frescos de tema mistérico. Arriba, detalle de uno de los paneles en el que una niña realiza una lectura ritual ante otras mujeres.


La casa de las Bodas de Plata En 1891 empezó la excavación de esta rica mansión pompeyana. En la imagen se aprecian los frescos del salón de recepción, del «cuarto estilo».


El foro de Pompeya La vista aérea de la derecha muestra un área que se excavó a principios del siglo XIX. Se ve el foro, en el centro, y el templo de Apolo, a la izquierda.


Coral repollo, Raja Ampat, Indonesia El coral repollo que tapiza la ladera de una montaña submarina cerca de Raja Ampat ofrece refugio a cangrejos, gambas y otros animales. Los bancos de peces que pasan por aquí pueden alimentarse de estos invertebrados, así como del plancton transportado por las fuertes corrientes.


martes, 23 de julio de 2013

Pirro, el rey griego que invadió Italia En el siglo III a.C., Pirro, el belicoso rey de Epiro, soñó con crear un imperio mediterráneo. Para ello invadió Italia con sus elefantes de guerra, pero las legiones de Roma se impusieron en la batalla final.


El soberano de Epiro soñó con crear un gran imperio mediterráneo, comparable al de Alejandro Magno. Pero Roma se alzó en su camino. Genial estratega y aguerrido soldado, Pirro fue el más brillante general de su época. A menudo se lo ha comparado con Alejandro Magno, que murió en 323 a.C., apenas cuatro años antes de su nacimiento. Con él compartía la fiereza y agilidad en lucha, así como su magnífico porte, su apariencia leonina y su rudo vocabulario, y, por encima de todo, su parentesco con Aquiles, puesto que ambos pretendían ser descendientes de Neoptólemo (también llamado Pirro), hijo del gran héroe aqueo. Tenían otra cosa en común: la ambición. Como el conquistador macedonio, Pirro soñó con crear un gran imperio, y desde el Epiro -un reino situado al norte de Grecia, entre la cordillera del Pindo y el mar Jónico- se propuso convertirse en el soberano más poderoso del mundo helénico, e incluso de todo el Mediterráneo. Pero, pese a sus éxitos en el campo de batalla, no tuvo la misma fortuna que Alejandro, y pasó a la historia por la expresión «victoria pírrica», en alusión a las victorias militares que no hacen sino precipitar la derrota final del vencedor. En 280 a.C., ansioso de aventuras, Pirro acude al sur de Italia llamado por los tarentinos para luchar contra Roma, la potencia emergente del Mediterráneo. El choque no se hizo esperar. Cerca de la ciudad de Heraclea Apulia, Pirro inició el ataque al frente de la caballería. Cuando el resultado de la batalla era más incierto, Pirro recurrió a su arma más temible, los elefantes de combate. La visión de estos monstruosos animales infundió el terror en los caballos romanos, que dejaron de responder a sus jinetes. Como vencedor, Pirro dictó a los romanos unas condiciones de rendición que garantizasen la independencia de las ciudades griegas, pero el anciano Apio Claudio el Ciego, venerable senador romano, exhortó a sus conciudadanos a rechazarlas. En respuesta, Pirro dirigió sus fuerzas contra Roma, hostigando y saqueando los territorios vecinos. Pero cuando estaba cerca de la Urbe recibió la noticia de que otro ejército romano se dirigía contra él, tras firmar la paz con los etruscos, y tuvo que retirarse. Al año siguiente reanudó la guerra, que tuvo su segundo asalto en la batalla de Ásculo. Pirro obtuvo otra gran victoria, aunque de nuevo a un altísimo precio: perdió más de tres mil soldados, frente a seis mil por parte romana. Fue entonces cuando dijo: «Otra victoria como ésta y estamos perdidos». Sin refuerzos y bloqueado en Italia ante la indómita Roma, Pirro decidió pactar la paz. Respondiendo otra vez a la llamada de los tarentinos, Pirro volvió a enfrentarse a Roma, aunque esta vez los efectivos romanos superaban en una altísima proporción a su ejército. Así, cuando más le convenía planificar con cautela sus movimientos, su ardoroso ánimo le llevó a encararse con ellos en la funesta batalla de Benevento (275 a.C.), en la que fue definitivamente derrotado por las legiones. Tras años de esforzada lucha, Pirro volvió a Epiro con las manos vacías. Hasta su prestigio como militar se había visto afectado. Nada más volver a Grecia supo que Antígonas Gonatas, hijo de Demetrio, era el nuevo rey de Macedonia, por lo que decidió atacarle y arrebatarle el trono. Su éxito fue total. A continuación fue reclamado al Peloponeso para someter a Esparta. Pero en Argos murió después de caer herido por una teja que una anciana le tiró desde un balcón, en medio de disturbios durante su avance.


Jugando a ser Dios y anhelando las estrellasJugando a ser Dios y anhelando las estrellas.El hombre, que sigue anhelando las estrellas y pelea incesantemente por el dominio del mundo, quizás comienza a percatarse que en la maravillosa e infinita realidad del universo no es más que una insignificante hormiga.


Bernadotte, un rey republicano para Suecia.Tras la revolución francesa, un joven sargento galo, Jean Baptiste Bernadotte, ascendió en la jerarquía militar, hasta llegar a ser mariscal de Napoleón. Su fuerte carácter le provocó un enfrentamiento con el corso. Su prestigio le valió ser nombrado heredero a la corona de Suecia.


La aventura de los escoceses en América.Los ingleses no fueron el único pueblo británico en emprender la conquista del nuevo mundo. Sus homólogos escoceses también mostraron un gran arrojo al aventurarse hacia tierras desconocidas, en busca de un futuro mejor.


La teología de la liberación: pensar desde el sur. Historia y perspectivas.La Iglesia iberoamericana y toda Iberoamérica han recibido un impulso cualitativo con la reciente elección de Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa tras la renuncia de Benedicto XVI. Este hecho, que invita a diversas reflexiones, anima también a recuperar el curso histórico de una teología nacida desde la América meridional y central al amparo de la renovación teológica y del Concilio Vaticano II (1962-1965): la teología de la liberación. Trataremos aquí de comprenderla a través de su desarrollo, sus contenidos y las perspectivas que aún hoy plantea dentro del cristianismo.


Aprisco abandonado para ovejas, Røst, Noruega En Røst, un aprisco para ovejas abandonado es un testimonio de que los tiempos cambian.


Las Nubes, Chiapas



Esto no es una imagen, es un dibujo a lápiz por la artista rusa Olga Melamory. Impresionante


Una puesta de sol perfecta


jueves, 18 de julio de 2013

Copenhague, una ciudad de cuento Paseo por la capital danesa.Una ciudad entre canales, avenidas señoriales y palacios reales


Parque Tivoli Inaugurado en 1843, es un lugar muy querido por los habitantes de la capital. Sobre estas líneas, el restaurante del embarcadero.


Palacio de Rosenborg En el centro de la ciudad, rodeado de magníficos jardines, se levanta un castillo renacentista que parece salido de un cuento de hadas. Sus lujosas estancias ofrecen un recorrido por la historia de la realeza danesa. En la cámara del Tesoro se pueden ver las joyas de la corona: collares, coronas, cetros y las alhajas que todavía hoy luce la reina Margarita II.


StrØget La plaza Gammel Torv conecta la calles Frederiksberggade y Vimmelskaftet, dos de las cinco que forman la comercial avenida Strøget.


Paseo hasta la Sirenita El sendero que bordea los bastiones ajardinados de la ciudadela militar de Kastellet –sus barracones aún están ocupados por el ejército– conduce hasta la célebre escultura de la Sirenita. La protagonista del cuento de Andersen es más sencilla y discreta de lo que uno espera, pero llegar hasta aquí tiene el atractivo añadido de contemplar un sector de Copenhague poco concurrido.


Nyhavn La zona portuaria más antigua de Copenhague es una avenida fluvial flanqueada por veleros y restaurantes con terrazas.


Palacios Reales Copenhague y sus alrededores reúnen una docena de castillos y residencias palaciegas. Bajo estas líneas, el palacio Frederiksborg, en las afueras de la capital.